martes, 2 de febrero de 2016

PRECIOS

 Indice Barrial de Precios
En diciembre los alimentos aumentaron un 11,29%
Durante 2015 los incrementos fueron del 31,87%, de los cuales la mitad (15,23%), subieron en los últimos dos meses.
En la primera quincena de diciembre los incrementos en los precios de los productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) estuvieron en el orden del 11,29%, según el relevamiento mensual que realiza el Índice Barrial de Precios (IBP) en 320 comercios de veinte distritos del conurbano bonaerense.

Una familia de dos adultos y dos niños pequeños, requiere a la fecha $3770,91 para poder alimentarse adecuadamente durante treinta días, mientras que para cubrir sus gastos totales (CBT) la misma familia necesita ahora $8559,96.

Nuevamente la carne lideró los aumentos, con una variación ascendente del 25,71%, seguido por los productos de almacén que se elevaron un 6,09% promedio, mientras que en este período las verduras retrocedieron (-3,01%).

GASTO POR RUBROVar DICAcum 2015  Var NOV-DIC
ALMACEN6,02%21,96%7,87%
VERDULERIA-3,01%28,78%8,12%
CARNICERIA25,71%  46,38%28,31%
 11,29%31,87%15,23%
Fuente: IBP/ISEPCi

Es interesante observar que del 31,87% de incremento de precios en los alimentos que hubo a lo largo del 2015, la mitad, un 15,23%, se agregó en los últimos dos meses.

Los productos que más aumentaron durante este mes son:

PRODUCTOVARIACIÓN DICIEMBRE
Pollo+32%
Falda con Hueso   +30%
Paleta+29,50%
Asado+29,87%
Nalga+25%
Carnaza+24,19%
Cuadril+23,08%
Café+28,57%
Fideos guiseros+10%
Queso cuartirolo+17,67%
Queso crema+16,66%
Arvejas+14,29%


Fuente: IBP/ISEPCi

Isaac Rudnik - Marcelo Maqueda 
ISEPCi | Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana
www.isepci.org.ar

martes, 5 de enero de 2016

"Cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salario a cambio de empleo"

"Cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salario a cambio de empleo"
"La instrumentación de la UF en la Argentina, de acuerdo a lo que pudo saber Infobae, constituiría uno de los principales puntos de un Acuerdo Económico - Social con una mesa tripartita con el Gobierno, empresarios y sindicatos, para poder bajar la tasa de inflación. Esta mesa se reuniría dos veces por año, como ocurre en Chile, y los aumentos salariales se pactarían SOBRE LA BASE DE LA INFLACION ESPERADA Y NO CON LA PASADA."
La madre de todas las batallas... LAS PARITARIAS... para que después no se diga que se habla con el diario del lunes...
¿Se entiende, no? en lugar de la habitual convocatoria a paritarias o al Consejo del Salario para discutir el Salario Mínimo Vital y Móvil, el Estado sentaría a la mesa a empresarios y sindicalistas para firmar un "pacto social" con el objetivo explícito de bajar la inflación, alcanzando "metas" previamente establecidas.
Y esas "metas" (la "inflación esperada") marcarían la pauta del nivel de aumento de los precios y de los salarios.
No hace falta ser Nobel de Economía para darse cuenta que dejando de lado en la discusión (como es habitual hasta ahora) la inflación "pasada", se consagraría la fenomenal transferencia de ingresos resultante de la devaluación y la eliminación de las retenciones a las exportaciones de los productos básicos de la canasta familiar (medidas ya tomadas por el gobierno de Macri), más los considerables aumentos de precios producidos desde que el propio Prat Gay (en campaña) anticipara la devalueta. Una amnistía para los remarcadores seriales, digamos.
Transferencia de ingresos de los que tienen justamente ingresos fijos, a los grandes grupos económicos del país, en especial los ligados a la exportación. Como ven, ya ni siquiera se habla de forzar (o "persuadir") a los empresarios para que retrotraigan los precios al 30 de noviembre, y se pretende sustituir las paritarias por el "pacto social" atado a las "metas de inflación".
Un esquema (el de las metas de inflación) que aplicado por caso en Brasil está provocando una caída sistemática del PBI, el empleo y el salario desde el 2012, con impacto en nuestra propia economía.
El artículo da cuenta de lo "exitoso" que sería en Chile el sistema de la "Unidad de Fomento" en diferentes aspectos de la economía, menos en uno: el nivel general de los salarios medidos en dólares, o en su poder de compra interno; y la consecuente distribución (progresiva o regresiva del ingreso).
En un país como Chile cuyo crecimiento es exógeno -porque está más atado al nivel de sus exportaciones, que al consumo del mercado interno- por algo será.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Y no me digan que Mario Rapoport es K

ECONOMIA › OPINION

Devaluación y ajuste

 Por Mario Rapoport *

Cualquiera sea la forma en que se la llame lo que se ha producido en la Argentina es una fuerte devaluación del peso (no las minidevaluaciones que veníamos teniendo) y este enfoque extremo ya ha sido vivido muchas veces por la mayoría de los argentinos y figura entre sus recuerdos menos felices. La teoría ortodoxa señala que las devaluaciones, cuando hay problemas en las cuentas externas conducen a reducirlos y a expandir la actividad económica. Para los partidarios de los efectos expansivos de una devaluación, esto resulta no sólo por una mejora en la balanza comercial sino también por un impulso a la producción interior al abaratar los bienes producidos locamente permitiendo sustituir importaciones. Pero este no ha sido el caso de la Argentina, como lo hemos demostrado muchas veces y como lo expone con claridad una tesis de licenciatura presentada en la FCE de la UBA por Pablo Wahren.
Wahren señala que economistas como Krugman y Taylor han mostrado los efectos contractivos de las devaluaciones. En forma independiente de sus resultados sobre la balanza comercial, la devaluación encarece en la moneda nacional los bienes exportados e importados, los salarios reales se contraen debido a la inflación y todo ello produce un reparto negativo de los ingresos en favor de los capitalistas y una caída de la demanda agregada y de la actividad económica.
Como lo muestra además nuestra historia económica y lo refrendan prestigiosos autores como Díaz Alejandro, Oscar Braun, Leonard Joy y Marcelo Diamand, las devaluaciones han sido por lo general de este último tipo y han afectado sobre todo la distribución de los ingresos. A diferencia de otros países donde la matriz productiva es fundamentalmente industrial y eso le permite competir mejor con sus productos en el mundo (además de defender con políticas proteccionistas su más débil sector agropecuario, como Estados Unidos y Europa) en la Argentina el sector primario exportador, siempre competitivo a nivel internacional, es el que genera nuestras divisas, mientras que el demandante de divisas es el sector industrial no competitivo y que en realidad hay que proteger para su desarrollo. Según lo ha estudiado Julio Olivera la oferta de exportaciones es por lo general muy inelástica a las variaciones del tipo de cambio y, a su vez, los productos manufacturados están tan alejados del nivel internacional que es prácticamente imposible que una fuerte devaluación produzca un aumento de sus exportaciones. Y aunque en esos períodos las exportaciones crecieron y las importaciones se redujeron y los mayores saldos comerciales positivos pudieron haber estimulado la actividad económica, en todos los casos históricos que mencionamos, como veremos más adelante, esa actividad se contrajo.
De modo que las devaluaciones no han influido en el mejoramiento de la economía aunque han producido profundos efectos negativos y también formidables transferencias de ingresos.
La secuencia real es la siguiente: una devaluación genera una dinámica inflacionaria (o la agudiza si esta ya está en curso) que tiene efectos redistributivos negativos y produce severas recesiones. Los grandes beneficiados son los exportadores y las grandes corporaciones transnacionales o nacionales mientras caen los salarios reales, el valor de las jubilaciones y de otros sectores de ingresos fijos. Disminuye la actividad industrial, el empleo y la demanda doméstica y queda afectado el mercado interno. Caen las importaciones porque se encarecen los productos importados y aun así terminan desplazando a los nacionales que aumentan aun más (ellos también requieren bienes importados para su producción).
La cuestión se agrava porque la conducta de aquellos que ahora disponen del libre acceso al mercado de divisas (que no son los trabajadores ni la mayor parte de la clase media que podrían estar en condiciones de adquirir 500 dólares por mes) pueden llegar a comprar hasta dos millones de dólares diarios, y luego parte de ellos guardarlos o fugarlos del país, como ha ocurrido en el pasado (tenemos el caso reciente del HSBC). Esto aumenta aun más la contracción de la economía y los efectos recesivos y obliga a volver a endeudarnos y a caer nuevamente en crisis como las del 2001. Tenemos que tener en cuenta, por otro lado, que esta devaluación es en gran parte producto de la crisis de la economía mundial del 2008, de la que todavía no se salió y que la recuperación no depende sólo de las medidas internas que se tomen sino de cómo sale el mundo de esa crisis que lo tiene atrapado y afecta a Europa, China, Brasil y la mayoría de los países del mundo (nosotros entre ellos) y se agrava ahora con la caída del precio de las commodities y con el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, que afectarán las deudas asumidas y el nuevo endeudamiento a tomar (para no hablar de los fondos buitre).
Si las devaluaciones han sido una constante en la historia argentina desde la época del modelo agroexportador, ya con el proceso de industrialización en marcha, a mediados del siglo XX, las grandes devaluaciones siempre tendieron a favorecer al sector agropecuario, provocaron fuertes inflaciones, deterioraron los ingresos de los trabajadores y provocaron procesos recesivos. Las de 1958, 1962 y 1975 estaban vinculadas sobre todo a resolver crisis de la balanza comercial; las de 1981, 1989 y 2002 fueron devaluaciones financieras vinculadas fundamentalmente al endeudamiento externo.
Todos esos planes tuvieron fuertes impactos inflacionarios, mayores aun que lo que indican las cifras oficiales y Wahren lo mide con un indicador incontrovertible: el cociente entre el incremento de precios y el incremento del tipo de cambio que indica siempre una devaluación nominal mucho mayor que la real (es decir un aumento de precios mayor que el que debería producir el aumento del tipo de cambio real). Por otro lado, todas esas experiencias terminaron con caída del PBI, o en el mejor de los casos con un crecimiento nulo.
Las altas tasas de pobreza, la caída del empleo y la distribución negativa de los ingresos fueron las principales características de esas devaluaciones, y a partir de la instauración plena de un modelo rentístico-financiero, esto fue acompañado por un profundo proceso de desindustrialización e, incluso, durante la dictadura militar con una reducción directa de los salarios nominales.
Es decir que la devaluación debe sincerarse. Se busca más de lo que se pretende con esa medida. No se quiere una simple devaluación competitiva. Como lo han demostrado todos los ejemplos su fundamento es una fuerte transferencia de ingresos hacia los sectores agroexportadores y de las grandes corporaciones, que buscan además del beneficio directo de sus mayores ingresos, rebajar el salario real, incrementar el desempleo (lo que crea una interesante mano de obra desocupada potencialmente más barata), ligar sus políticas en forma más estrecha a un organismo internacional cuyas directivas son siempre las mismas: devaluación y ajuste.
* Profesor emérito de la UBA. Director de la Maestría en Historia Económica.

martes, 8 de diciembre de 2015

Abrazame hasta que vuelvas

Fue por el año 2008 cuando empezó a interesarme mucho más la política. Hasta ese momento era uno más de los que "no creen en los políticos", de los que nunca están conformes, de los que siempre están en contra del Gobierno de turno...
Hoy, 6 años después me encuentro escribiendo y tratando de expresar lo que uno siente a horas de que deje su mandato Cristina Fernandez de Kirchner​ y lo único que se me ocurre es decir es GRACIAS...
Gracias por poner la política en el debate permanente, donde cada uno puede expresar sus convicciones sin miedos...
Gracias por abrirnos los ojos y mostrarnos que todo lo que se ve en los diarios o en la tv NO es la verdad absoluta sino una verdad relativa...
Gracias por perseguir los sueños de una sociedad mas equitativa y justa...
Gracias por plantar las semillas en la juventud militante....
Gracias por devolverle a la gente aunque sea algo de lo que le habían sacado, gracias por devolvernos la dignidad y el orgullo...
Gracias por enseñarnos tanto de economía y política y de derechos humanos y de derechos sociales....
Ahora nos toca "bancar"...
Van a querer desterrar los logros obtenidos argumentando "la pesada herencia" ... van a hablar de que se deja un país dividido, agrietado, mientras se nos tilda de planeros, ñoquis, vagos, militontos, choripaneros...
Van a plantear que todo lo que se hizo de hizo mal y que hay que "cambiar"...
La realidad es que se deja un país con 7 % de desocupación, con el 95 % de la cobertura jubilatoria, con el salario en dolares más alto en sudámerica; con paritarias anuales; desendeudado; con muchos nuevos derechos sociales y económicos... Falta? pero claro que falta... hay que ser muy egocéntrico para decir que todo esta todo bien... estamos viviendo en un sistema capitalista, consumista y egoista, donde los puestos de trabajos escacean en el mundo entero e ir contra esa corriente es como "remar en dulce de leche"...
Ahora le toca gobernar a los que siempre tuvieron "soluciones mágicas" y ojala les valla mejor que al gobierno que se va... se le deja un base formidable para trabajar...
A partir de hoy me toca apoyar y seguir laburando como lo hice esos últimos años para seguir progresando... Igualmente las convicciones las voy a seguir manteniendo siempre arriba...

lunes, 23 de noviembre de 2015

Volveremos

El pueblo nunca se equivoca, ni siquiera cuando se equivoca...
Nosotros no despreciamos
Nosotros no odiamos
Nosotros no tiramos bombas
Nosotros no hacemos golpes de Estado
Nosotros respetamos lo que las mayorías eligen, aún cuando creamos que las mayorías eligieron mal...
No va a pasar nada que no conozcamos...
El país del saqueo y la alegría boba
El país de la pobreza y el sálvese quien pueda
El País del odio y las mezquindades
El País que se arrodilla antes las potencias
El País que gobernó este país hasta el 2003
Hicimos lo mejor que pudimos hacer, si no lo hicimos mejor es porque no estuvimos a la altura de las circunstancias...
Hacer autocríticas públicas ahora es dar de comer a los que hoy festejan.
No hacer autocríticas en privado es de necios. Echarle la culpa al pueblo es de falsos ilustrados.
Hoy hay que aguantar los trapos...
No le regalemos a los adversarios nuestras tristezas...
Firmes y Dignos!!!!!!

Volveremos, como hicimos siempre.

lunes, 20 de abril de 2015

PAISAJE SANTAFESINO

Pasaron  las PASO provinciales, y corresponde desgranar algunas conclusiones apresuradas, cuando nuestro benemérito sistema de votación (la celebrada boleta única) ha permitido escrutar algo más del  72 % de las mesas, pasadas ocho horas del cierre de los comicios.

El porcentaje de participación anduvo en el orden del 70 % (similar a elecciones internas anteriores) y quedó comprobado -por lo menos por ahora- que tal como lo señalaba acá Barricada, la apuesta casi institucional del gobierno provincial a promover la excusación de votantes, terminó siendo un tiro en el dedo gordo del propio pie. Suponer ahora hacia donde irán ese 7 u 8 % de votos en que puede crecer la participación de cara a la general, es pura conjetura.

El gran ganador sin dudas fue Miguel Del Sel, que fue el candidato individualmente más votado (superando hasta ahora a Bonfatti que compitió para diputado); pero ojo: superó apenas el porcentaje que obtuvo para diputado nacional en 2013, y estuvo por debajo de su anterior candidatura a gobernador (35,11 % entonces, 28,94 % ahora).

Cuando se compute el total de las mesas y luego en la general se verá que efecto concreto tuvo el apoyo explícito de Reutemann (presente anoche en el festejo amarillo) en la campaña, aunque fue dismulado; bien en el estilo Lole. Todo indicaría que en el mejor de los casos fue neutro, ni sumó ni restó. ¿Un indicativo de que el fenómeno Reutemann va rumbo al ocaso, reemplazado por otro fenómeno similar?

A propósito del fenómeno Del Sel, los que son lectores asiduos de Nestornautas sabrán que no somos afectos a descalificar las expresiones de la voluntad popular, y no será este caso la excepción a la regla: no vamos a pinosolanearla quejándonos del "voto de baja calidad", ni enojarnos con el electorado.

Las explicaciones a la permanencia electoral del ex Midachi como un fenómeno que dejó de ser pasajero (está a un tris de convertirse en gobernador de una de las provincias más importantes de la Argentina) hay que buscarla por fuera de él mismo; en el resto del sistema político al cual sus miles de votos interpelan.

En primer lugar al oficialismo provincial, que hizo una pésima elección: apenas alcanzó el 28,07 % de los votos, cuando en 2007 Binner llegaba al gobierno superando el 48 %, y Bonfatti lo sucedía en el 2011 con casi el 39 %. Los números hablan por sí mismos del fracaso de una gestión con gruesos agujeros en todos los ramos del gobierno, en algunos (como la seguridad o la obra pública), bastante notorios.

Poco interés reviste el modo en que se resolvió la interna del FPCyS, que se mantiene con posiciones congeladas elección tras elección: cada sector se hace fuerte donde controla el aparato estatal (los radicales acá, los socialistas en Rosario), y los acuerdos del partido de la rosa con el radicalismo "territorial" del interior le dan el plus necesario para ganar las internas, y seguir controlando la coalición que hasta ahora gobierna la provincia.

La perfomance del peronismo estuvo en línea con lo esperado por los candidatos de la fórmula (un 19,35 % al cierre de estas líneas); y cercano a lo que fueron los resultados de la elección a gobernador del 2011 y a diputados nacionales del 2013; lo que supone que  el peronismo santafesino tiene cercanos "piso" y "techo" electorales, y sigue sin ser considerado por los santafesinos como una opción concreta de gobierno; lo que lo hace en cierto modo corresponsable del fenómeno Del Sel.

De cualquier modo, una elección afrontada sin los dos grandes referentes del PJ santafesino de los últimos 25 años (Obeid y Reutemann), con la deserción de su candidata más votada en el 2011 (María Eugenia Bielsa) y con candidatos que hubieron de instalarse en el conocimiento del electorado provincial con la campaña empezada, termina con un resultado que puede considerarse digno; con chances de mejorar en las generales.

Como éstas estarán más cerca de las elecciones nacionales, parece claro que Perotti y Ramos tienen que profundizar la identificación con el gobierno nacional y sus políticas, considerando que la imagen positiva de Cristina en la provincia crece, y sus perfomances electorales siempre estuvieron por encima de las del peronismo provincial; desde el 2007 para acá.

En la ciudad de Santa Fe y para la elección municipal, la suma de los candidatos a intendentes del PJ se impuso al borocotismo de Pignatta, relegando al PRO al tercer lugar; y el FPV se impuso en la elección de concejales siendo la fuerza más votada, incluso por encima del oficialismo municipal. Si logra contener al conjunto de los votos peronistas de las PASO, se consolidará como la principal fuerza opositora, y acotará los beneficios de pegar el garrochazo hacia fuera de los límites del PJ, aun con un triunfo provincial de Del Sel.

Del mismo modo que esta elección podría marcar el inicio del ocaso de Reutemann en un sentido, también está indicando el discreto pase a cuarteles de invierno de Binner (¿lo harán competir mano a mano con el ex corredor por la senaduría nacional para prodigarle un retiro dorado?) y de Barletta (¿tras su segunda derrota en una interna por la gobernación moderará sus pretensiones para competir por la municipalidad de Santa Fe en cuatro años, que será de él para entonces?) 

El massismo sumó a Buzzi (es un modo de decir), sin alcanzar por eso a disimular el papelón electoral: un 6,59 % en toda la provincia, condenado a ser cuarta fuerza en la ciudad de Santa Fe; "100 % Santafesino" consolida su rol de microemprendimiento personal de Oscar Martínez, funcional a los intereses del FPCyS al drenarle votos al peronismo, tanto en la ciudad de Santa Fe (donde tiene un pacto de apoyo por cargos y negocios de larga data con la UCR, en las gestiones de Corral y Barletta) como en la provincia; donde apenas podría terminar colando un diputado provincial, con las cifras de ayer.

A modo de pobre consuelo, el "Cachi" se imponía por escaso margen en la interna al recién llegado Buzzi; que quedó detenido en las épicas jornadas del 2008, sin repasar en cuanta agua corrió bajo los puentes desde entonces, y como fracasó el experimento de los "agrodiputados". 

Por otro lado es posible que el massismo empeore su resultado en Santa Fe en las elecciones nacionales, porque los senadores provinciales de la Fapnelco que en ésta instancia jugaron por adentro del PJ pero manteniendo su rosca con el Frente Renovador (poniéndole un apoyo relativo a la campaña, digamos, conforme lo permite la boleta única), en vista de los resultados y de lo que marcan las encuestas nacionales pegarán el garrochazo hacia el FPV (en especial si el candidato es Scioli); abandonando al ex intendente de Tigre.

Quien capitaliza los resultados de la elección de ayer en términos de alineamientos nacionales es aventurado decirlo ahora, pero está claro que es dudoso que todo el caudal (menguante elección tras elección) del FPCyS vaya a parar a la candidatura testimonial de Stolbizer; del mismo modo que los números de la víspera parecen relativizar la importancia de los votos de Barletta en la general, en función de la rosca UCR-PRO: la coalición de gobierno tiene otras preocupaciones más serias por el momento. Paradójicamente (o no) los dos electorados más "fidelizados" (en términos de trasvasar los votos provinciales a la elección nacional) son el kirchnerismo y el PRO.

Resta un párrafo final (o varios) para el meneado sistema de la boleta única, que va sumando voces en contra aun dentro de sus propios gestores originales, guillotinados por el experimento.

Que en términos de la ingeniería del proceso electoral es un engorro creciente, y lejos de contribuir a disminuir la fragmentación de la oferta electoral la ha aumentado exponencialmente; hasta los peores niveles de la ley de lemas.

Y desde el punto de vista de la legitimidad, ha instaurado lo que el propio Barletta (impulsor del engendro, hoy arrepentido) llamó "la democracia de los candidatos" por encima de "la democracia de los partidos": elección tras elección aumenta el número de los "famosos" que -a imagen y semejanza de Miguel Del Sel- ganan posiciones en la oferta electoral, a partir de que son ampliamente conocidos; un recurso del que echan mano todos los partidos: la senaduría del Departamento La Capital será disputada en la general por un anodino periodista del noticiero del canal local (por el FPCyS) y el cantante de un conocido grupo de cumbia (por el FPV).  

La fragmentación creciente del sistema político santafesino (que la boleta única no hace sino acrecentar) lleva a consecuencias bastante más serias que el hecho de que un cómico de dudoso talento actoral gobierne la provincia: de confirmarse la tendencia que marcan los resultados de ayer, vamos rumbo a instalar en sus cargo al gobernador de la provincia y los intendentes de las dos ciudades más grande (Santa Fe y Rosario) elegidos con los menores porcentajes de votos desde el retorno a la democracia en 1983.

A lo ya dicho de Miguel Del Sel con una elección por debajo del 29 %, hay que sumarle que el FPCyS sumó para intendente algo más de un 30 % en Santa Fe y otro tanto en Rosario, pero Corral obtuvo -yendo por su reelección- el 26 % en el primer caso, y Mónica Fein (que también busca otro mandato) el 18 % en el segundo; lo que supone que 3 de cada 4 santafesinos no eligieron a su actual intendente, y 4 de cada 5 rosarinos tampoco lo hicieron con su intendenta.

Si Del Sel fuera finalmente gobernador, contaría -con los resultados de ayer- con apenas 1 sobre 19 senadores provinciales, y sería un aliado con lista independiente (Gramajo, del Departamento 9 de Julio); y en la Cámara de Diputados contaría con apenas 6 legisladores propios, sobre un total de 50; fruto de que votaron su lista de diputados menos de la tercera parte de los que eligieron a él como gobernador.

Como si fuera poco con la boleta única, el gobierno de Bonfatti aprobó para las elecciones un cronograma electoral absurdo; armado a la medida del oficialismo y de resultas del cual mediará una transición de seis meses entre la elección del futuro gobernador de la provincia, y su asunción.

Imaginemos el escenario si esa transición se da en un marco de cambio del signo político de la administración provincial; como lo prefiguran los resultados de ayer.